Y al parecer se han impregnado completamente de las costumbres de las pequeñas aves sin necesidad de contrato de inmigración
El calentamiento global está cambiando nuestra forma de vida aunque muchos se nieguen a reconocerlo. Costumbres como dar de comer a los palomos en la plaza España se han tenido que adaptar a nuevos cambios, y es que debido al calentamiento, migraciones en los polos son mas que frecuentes y una numerosa manada de pingüinos ha llegado a la zona, lo cual ha hecho desaparecer a los palomos que han buscado nuevos territorios de expansión. Se ha podido observar en los ciudadanos gaditanos, que ha acogido de maravilla a la nueva especie, que ya que no pueden dar miguitas de pan o pipas a las desaparecidas palomas, compran cartuchitos de camarones para alimentar a los recién llegados pingüinos. Los pingüinos se han adaptado perfectamente a este rol de moradores de los aledaños gaditanos y las cosas sean dichas, se trata de un habitante mas limpio. Por lo que no es extraño encontrarlo merodeando la plaza España, las calles del casco antiguo, tomando el autobus de la linea 1, para familiarizarse con la zona de Puerta Tierra (sabemos que el pingüino no tiene esa destreza para volar que tenía la paloma)
o encaramados en balcones al mas puro estilo palomero. De momento la población gaditana se muestra mas que encantada con la nueva especie llegada a la ciudad pero aun así desde aqui instamos a todos a que cuidemos la tierra que quizás futuras consecuencias del calentamiento global, puedan ser mas dañinas.
El calentamiento global está cambiando nuestra forma de vida aunque muchos se nieguen a reconocerlo. Costumbres como dar de comer a los palomos en la plaza España se han tenido que adaptar a nuevos cambios, y es que debido al calentamiento, migraciones en los polos son mas que frecuentes y una numerosa manada de pingüinos ha llegado a la zona, lo cual ha hecho desaparecer a los palomos que han buscado nuevos territorios de expansión. Se ha podido observar en los ciudadanos gaditanos, que ha acogido de maravilla a la nueva especie, que ya que no pueden dar miguitas de pan o pipas a las desaparecidas palomas, compran cartuchitos de camarones para alimentar a los recién llegados pingüinos. Los pingüinos se han adaptado perfectamente a este rol de moradores de los aledaños gaditanos y las cosas sean dichas, se trata de un habitante mas limpio. Por lo que no es extraño encontrarlo merodeando la plaza España, las calles del casco antiguo, tomando el autobus de la linea 1, para familiarizarse con la zona de Puerta Tierra (sabemos que el pingüino no tiene esa destreza para volar que tenía la paloma)
4 comentarios:
jajajajaja
k colgaera io jeje
No puedo estar mas de acuerdo, veo que eres un escritor valiente y eres capaz de apoyar la sustitucion de esas "ratas con alas " por adorables pinguinos, porque aunque los niños disfrutaran dando de comer a esos "limpia-porquerias de plazas" nunca fueron conscientes de las enfermedades que transmiten,al contrario de esos lindos animales que solo despiertan ternura en nuestros "corasaos" y no el miedo patologico que nos transmitío Hitckcock ( con razon, gracias maestro )por esas criaturas.
Estimado lector Mandril,
Me agrada leer su comentario en esta noticia. La verdad es que las palomas aun siendo portadoras aereas de tantas enfermedades, siempre han sido un elemento típico en nuestra geografía gaditana, las amemos (recuérdese el caso de los palomofílicos de la calle ancha) o las odiemos (cuando una cagada de ellas cae en tu chaqueta...en el mejor de los casos) pero la sustitución de ellas por pingüinos en nuestros aledaños nos hace ver que el medio ambiente está cambiando...y no es de extrañar una respuesta violenta por parte de las palomas que se han visto desplazadas. Mucho nos tememos una odisea en plan "los pajaros" o "the birds" para los que sepan idiomas, como tu mismo mencionaste, o incluso peleas pandilleras entre pingüinos y palomas con cadenas y navajas. Vivir para ver.
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